domingo, 5 de septiembre de 2010

DISPARATES / 14

NOTICIAS PERDIDAS
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Santiago Alba Rico, como guionista del mítico programa de TVE, La Bola de Cristal (1984-1988), dirigido por su madre, Lolo, intentó por medio de los Electroduendes despertar las conciencias, tanto infantiles como adultas. El programa fue suprimido pero Santiago continúa, mediante sus escritos y libros, haciendo una crítica de una sociedad cada vez más conformista y "acarajotada".

Santiago Alba Rico, Comité de Apoyo de Attac España, Público.

Entre el 1 y el 29 de agosto el diario Público reprodujo estas breves noticias inventadas por el autor que a veces parecen menos fantasiosas y desde luego mucho más reveladoras que las de nuestros periódicos. El último libro de Santiago Alba (Caballo de Troya, 2010) se llama precisamente Noticias y explota este formato para exponer y denunciar, como decía Kafka, “un estado del mundo y un estado del alma”; es decir, el capitalismo.

1 de agosto de 2010

SUCESOS

Otra vez el viento
Entra por la ventana y ordena los papeles

No parece cansarse nunca ni dejarse intimidar por requerimientos y amenazas. Se le creía vencido o al menos amainado, pero una vez más, burlando a sus perseguidores, el viento ha hecho una de las suyas.
Según nuestro corresponsal en Washington, ayer a las 13.00 h. Paul Hunter Jr., alto directivo del IDAF, abandonó su despacho para una comida de negocios. A sus espaldas, sobre las mesas y en los cajones de su oficina, dejó como siempre miles de cartas sin responder, cientos de peticiones olvidadas, una multitud de documentos acumulados durante años en confuso desorden. De pronto, el viento abrió la ventana y, ante la perplejidad de secretarios y ordenanzas, levantó, arremolinó y ordenó todos los papeles.
“Llevábamos años trabajando”, ha declarado Hunter. “El daño es irreparable. Ahora tendremos que empezar de nuevo a desordenar el mundo”.
Se ha informado de otros dos sucesos semejantes acaecidos a la misma hora. En Budapest, Rania Ionescu, huérfana de 13 años que pedía limosna en un semáforo, vio su rostro reflejado en el cristal ahumado de un Mercedes y se echó a llorar. Hacía mucho tiempo que no tenía peine. En ese instante el viento sopló sobre su cabeza, dividió limpiamente su pelo negro y se lo peinó en una apretada y alegre coleta.
En Manila, cinco soldados del ejército estadounidense habían pagado a Minelda Arenas, camarera de 25 años, para que se desnudase lentamente. De repente el viento entró por la ventana, le recompuso la camisa y le devolvió púdicamente la falda.
“No podemos permitir que el viento ordene nuestros papeles”, ha declarado Javier Solana.
“No podemos permitir que el viento peine a nuestras mendigas”, ha declarado Merkel.
“No podemos permitir que el viento vista a nuestras mujeres”, ha declarado Berlusconi.
“Antes de fin de año lograremos detener el viento”, ha prometido el jefe de la Interpol.

2 de agosto de 2010.

CULTURA
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A las 16.30 en El Corte Inglés
Patricia Alvarado firma su obra

Nacida hace 43 años en Guatemala y afincada en Madrid desde el año 2007, Patricia Alvarado vio morir a sus padres, asesinados por el ejército, cuando sólo contaba 12 años. Esta trágica experiencia, junto a la separación de su hijo, al que no ha vuelto a ver desde que abandonó su país, han marcado todo su pensamiento, caracterizado por esos conocidos giros penumbrosos y esas personalísimas melancolías de jungla húmeda. Para algunos sus frases son demasiado duras y pedregosas y su visión del mundo contemporáneo, y de Europa en particular, de un pesimismo casi caricaturesco. Para otros, en cambio, su expresión habitualmente puntiaguda realza aún más esos momentos líricos, frondosos, jubilosos, igualmente típicos de su estilo. A veces parece que va a contraerse hasta la extinción y otras que va a expanderse hasta la floración.
Algunos aseguran haberla visto bailar merengue y regatón hasta las cinco de la madrugada en un bar de la plaza de Callao.
Algunos dicen que ama a Juan José, un albañil ecuatoriano que los sábados por la noche da candela a su cuerpo, con dedos y labios, sobre un colchón de gomaespuma.
Algunos la han oído reírse a carcajadas, en un locutorio de Lavapiés, mientras escuchaba una voz infantil procedente del Quiché.
Hoy firma su obra en El Corte Inglés, en la planta sexta, juguetes y complementos, en el aseo de caballeros. Allí, en la pared, a la izquierda del lavabo, en la hoja de Control de Limpieza, figura su nombre tembloroso, “Patri”, junto a la x que confirma que ha renovado el suministro de papel higiénico y de jabón.
Hoy, a las 16.30, Patricia Alvarado ha firmado su obra por última vez.

3 de agosto de 2010.

CRÓNICA

Sigue la polémica
¿Por qué no murió ayer Mirco Sandíbulo?

Todos están de acuerdo en afirmar que Mirco Sandíbulo, 52 años, comerciante de Hergesia (Filardia), no murió ayer. Pero no deja de crecer el debate acerca de las verdaderas causas de un suceso que, por lo demás, viene repitiéndose, día a día, desde 1958.
Según grupos de oposición, Mirco Sandíbulo salía de su casa a las 9 de la mañana, listo para empezar una nueva jornada laboral, cuando se detuvo un instante en el portal para ajustarse la corbata. En ese mismo instante, en el edificio de enfrente, Barrunón, uno de los francotiradores, cargó su fusil y apuntó al corazón del sr. Sandíbulo. El francotirador pulsó el gatillo y estuvo a punto de disparar. Pero en el último momento, cuando ya nadie podía salvar al comerciante, cambió de opinión y le perdonó la vida. Al parecer, esta misma situación se habría repetido todas las mañanas desde hace al menos 23 años. “Si Mirco Sandíbulo sigue vivo es porque Barrunón, el francotirador, cambia siempre de idea en el último instante”, sostiene Groug Dohak, secretario general del POUP. “Pero nada garantiza que mañana no vaya a disparar”.
Por su parte, el presidente de Filardia acepta como inexplicable el hecho de que Mirco Sandíbulo no muriera ayer, pero desmiente la existencia de los francotiradores. El propio Sandíbulo, consultado por este periódico, no cree en ellos y se burla de unos rumores que él atribuye a la voluntad desestabilizadora de los enemigos del gobierno.
La denuncia, en todo caso, ha sido escuchada en el exterior. Algunas investigaciones independientes han calculado que sólo en Hergesia, la capital del Estado, habría en torno a 183.000 francotiradores apostados en las azoteas y los tejados, siempre a punto de disparar.
“Es la única explicación posible de que toda este gente no haya muerto ya”, concluye el informe de la Agencia Integrada de Mortalidad Global.

4 de agosto de 2010

SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
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Gran descubrimiento del Fondo Monetario Internacional
“Afeitarse en Madrid reduce el hambre en el Tercer Mundo”
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Hasta ahora sólo había podido probarse la conexión negativa entre el gesto de un dedo y la destrucción de un país. Pero por primera vez investigaciones del FMI permiten hablar de una “bomba atómica invertida” o “bombardeo curativo”; es decir, de la relación solidaria entre banales gestos cotidianos y las condiciones de vida de los menos favorecidos. Se puede también pulsar un botón, sí, y hacer reverdecer los árboles o multiplicar los panes y los peces.
Antes había que apadrinar un niño etíope a través de una cuenta bancaria. Sin gastos y sin esfuerzo, hoy podemos ayudar al Tercer Mundo manteniéndonos -por así decirlo- en nuestro propio cuerpo. “Fue un descubrimiento casual, como el de Newton”, dice Brian Discounter, economista del FMI. “Un día, mientras me rascaba el mentón, observé una mejoría en tiempo real de las cifras del deficit público en Senegal”.
A partir de ahí, los descubrimientos se sucedieron en cadena. Es verdad que no se pudo probar la relación entre el saludo militar en EEUU y el aumento de las cosechas en Indonesia, pero sí entre el afeitado a navaja en Madrid y el descenso de la desnutrición en Haití. “Hoy se ha demostrado la relación causal”, añade Discounter, “entre una decena de gestos occidentales y el alivio de la situación económica en Africa, Asia y América Latina”. Y añade: “Los países del sur de Europa, más expresivos, son sin duda los más solidarios: gestos como la higa o la manipulación de los testículos, tan típicos de España o Italia, han salvado ya miles de vidas en todo el mundo”.
“La riqueza gestual de los españoles durante la celebración del Mundial de Fútbol”, concluye, “ha aumentado la producción lechera de Mauritania y rebajado la mortalidad infantil en Gaza”.
Una empresa estadounidense reclama ya la patente del corte de mangas.

5 de agosto de 2010

ESPECTÁCULOS

Un caso insólito
Apareció donde todos lo esperaban

Ayer el sol, como todos los días, cambió su curso. Los ríos, como todos los días, cambiaron de cauce y dirección. Las casas, como todos los días, cambiaron de posición. Las sillas, como todos los días, cambiaron de forma y de color. Los políticos, como todos los días, cambiaron de opinión. Los periódicos, como todos los días, cambiaron los hechos. Los seres humanos, como todos los días, cambiaron de trabajo, de nación, de familia, de cuerpo. El mundo, como todos los días, cambió las especies, los continentes, la composición química del agua, de la sangre y de la arcilla.
“Es demasiado previsible ya”, se queja un espectador, “nunca sabes lo que te va a ocurrir”.
“Es un poco infantil”, asevera el conocido crítico Bretio Bertoldo, “del grifo sale un día salsa tártara, otro fuego, otro crin de caballo, otro un vuelo de palomas. Y detrás de la puerta de tu cuarto puede estar el Museo del Prado o una celda de Abu Ghraib”.
“Tardé diez años en volver a encontrar las llaves en el bolsillo”, se lamenta Gabriel Goldoni, conductor de ambulancia.
El llamado Ajuste Geológico Global, patrocinado por Monsanto y Coca-Cola y del que se cumple hoy un año, sólo ha dejado fuera algunas zonas del planeta.
En Bula Dakrur, suburbio de El Cairo, Ahmed Yahin, de 5 años de edad, rompió a llorar en mitad de la noche. Al lado de su cama, no apareció entonces Micky Mouse ni un elefante rosa ni la banda municipal; de repente, entró quien se esperaba: una mujer gorda y malhumorada, que hizo también lo que se esperaba. Regañó al niño, lo arropó y se lo comió a besos.
En Sintopía, un suburbio de Utopía, un hombre amasó deshonestamente una fortuna, invadió tres países, mató a miles de personas. No recibió por ello medallas ni acciones de la Shell ni la visita de una actriz desnuda. Ocurrió exactamente lo que se esperaba: entró el pueblo e hizo justicia.

Puedes leer más fragmentos del libro de Santiago Alba Rico en la página web de Attac Madrid.

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