miércoles, 18 de diciembre de 2013

DISPARATES / 91

FRANCIA: ATAQUE DEL ESTADO CONTRA LA PRENSA EN INTERNET

Edwy Plenel*

La Alta Dirección del Ministerio de Finanzas francés ha decidido aplicar a la prensa en internet un tipo del IVA del 19,6%, mientras que la prensa en papel tiene una tasa del 2,1%. Esta acción viola el principio de igualdad y neutralidad confirmado por los poderes públicos en 2009. Para los periódicos digitales, entre ellos Mediapart, que han rechazado toda dependencia de la publicidad, de las subvenciones públicas y la industria privada, esta decisión pone en peligro la independencia de la prensa que se sostiene sólo mediante la fidelidad de sus lectores.

Un año después de la aparición del “caso Cahuzac”, que condujo a la dimisión de un ministro estafador, ¿habrá querido el Ministerio vengarse en frío de una prensa demasiado independiente? Mediapart ha recibido, este martes 17 de diciembre, y de manera oficial, un aviso de inspección del IVA aplicado a nuestros abonados en concepto de suscripción. Avalado, según nuestras fuentes, por los más altos mandatarios del Ministerio de Finanzas, este control se ha puesto en marcha con urgencia por orden de los responsables de los inspectores del departamento, estableciendo una primera cita para poco antes de las fiestas de fin de año.

El lunes nuestros colegas de Indigo Publications habían recibido ya un idéntico “aviso de auditoría fiscal” según el mismo inhabitual procedimiento, consistente en la entrega del aviso en persona por medio de un oficial del Ministerio (por lo general, una simple carta certificada es suficiente). Las empresas afectadas, representantes ambas de la prensa independiente en línea, crearon hace cinco años el Syndicat de la presse indépendante d’information en ligne (SPIIL), interlocutor reconocido por los poderes públicos cuyo presidente es el director general de Indigo, Maurice Botbol, y del que yo soy secretario general en representación de Mediapart. Otros miembros fundadores de SPIIL, Terra Eco, dirigida por Walter Bouvais, y Arrêt sur images, creada por Daniel Schneidermann, ya están siendo objeto de controles fiscales, recientemente en el caso de la primera y desde hace tres años, en litigio permanente con la Administración, la segunda.

SPIIL afrontó una primera batalla por la nueva prensa en línea, pionera y exitosa, en 2008: el reconocimiento por derecho, a la vez jurídico y administrativo, de que la prensa no se limitaba a un soporte único, el papel, y el de que su naturaleza se vinculaba a un contenido editorial, para el que el digital en línea constituía un soporte legítimo. Este status de la prensa en línea entró en vigor en 2009 y se tradujo en un reconocimiento en el seno de la Commission paritaire des publications et agences de presse (CPPAP), lo que significaba, en adelante, que el Estado reconocía la igualdad de derechos entre la prensa de medios impresos y digitales, con igual compromiso en su defensa y promoción. Esto es lo que se determinó en nombre de la República por su entonces presidente, en el cierre del estado general de la prensa, el 23 de enero de 2009. “El status de editor de noticias online abre el derecho a un régimen fiscal de las corporaciones de medios”, declaró entonces Nicolas Sarkozy. “Francia”, añadió, “no puede seguir en esta situación, en esta duplicación estúpida en que la prensa digital es desfavorecida en relación a la prensa de papel, y en que la prensa digital rentable es desfavorecida en relación a la prensa gratuita. Esto no tiene sentido”.

Desde entonces, esta posición es de manera constante la de todos los actores directamente concernidos en el futuro de la prensa, en su transición digital y su ecosistema económico. Ya sea el gobierno –de izquierda o de derecha–, la Asamblea Nacional o el Senado, el Tribunal de Cuentas, todos los sindicatos del sector y todos los informes solicitados por el Ministerio de Cultura y Comunicación, el reconocimiento de la neutralidad de los medios, y por tanto la igualdad de derechos entre medios impresos y medios digitales, son unánimes.

Esta igualdad es la que viola de manera tan descarada como chocante, ilegítima y discriminatoria el ataque del Ministerio de Finanzas. La Alta Dirección de este Ministerio, que ha avalado esta medida contra nuestros intereses, nos ha oído solicitar desde 2011 la aplicación de la misma tasa de IVA (2,1%) que la prensa de papel. Esta tasa, llamada “superreducida”, es una ayuda indirecta a la prensa, que se añade a otras ayudas directas que han respaldado no pocos casos de mala gestión y opacidad, como se ha documentado ampliamente. La aplicación de esta tasa “superreducida” debería ser una ayuda a los lectores, no a los negocios. Para cumplir con el desafío democrático de la información y el pluralismo, el Estado debe asumir que el periódico no es una mercancía como cualquier otra, y que debe ser protegido de forma que no sea demasiado costoso y que sea accesible para el público más amplio. Así lo entienden en el Reino Unido, país que estuvo a la vanguardia de la invención de los medios de comunicación, y donde el IVA de la prensa es simplemente cero, lo que significa que el Estado se niega a imponer cualquier sobrecoste a los lectores.

En 2011 el SPIIL decidió de manera transparente, junto al gobierno, invitar a la prensa en línea independiente que vive sólo con la ayuda de sus lectores a aplicar el mismo IVA que la prensa de papel, evitando así que las nuevas y frágiles empresas siguieran siendo obstaculizadas en su desarrollo por un IVA discriminatorio. Esta decisión fue acompañada de una crítica sin ambigüedad de las ayudas públicas a la prensa, así como de la reclamación de que pudiera conocerse, con toda transparencia, el montante de dichas ayudas. De hecho, ni Indigo ni Mediapart reciben ayudas públicas, ni por medio de la publicidad ni de subvenciones. Es así como esta nueva prensa, más limpia, rechaza por principio los conflictos de intereses y existe sólo por sus lectores, única garantía de su independencia, la cual, en el presente, se ve amenazada.

Nuestra decisión de aplicar el IVA del 2,1% se basó en un consenso general, tanto profesional como político: en 2011, el Senado, con mayoría de izquierda, votó una enmienda al proyecto de ley de presupuestos de 2012 aplicando la tasa reducida de la prensa de papel a la prensa en línea, al mismo tiempo que ocho sindicatos de prensa, sin excepción, exigieron la aplicación de esta medida. Esta unanimidad legitimaba una moratoria de hecho, en lo concerniente a la administración tributaria, a fin de proteger el desarrollo de los nuevos medios digitales. Sin embargo, por razones tan misteriosas como incomprensibles, en las que se mezclan la irresponsabilidad, la incoherencia y la falta de previsión, el Estado no a dejado de vacilar y de dilatar, especialmente bajo la mayoría de izquierda actual, la aplicación de lo que se había comprometido a establecer rápidamente en nombre de la igualdad de la prensa, tanto la de papel como la digital.
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* Edwy Plenel es director de Mediapart
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Fuente: Mediapart

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