miércoles, 31 de julio de 2013

DISPARATES / 79

LOS NUEVOS DERECHOS HUMANOS, LA CIA Y LA FRACTURACIÓN HIDRÁULICA

Como ilustración del fracaso de lo que él llama la “política metafísica”, junto al rescate financiero y la austeridad de los presupuestos en Europa, el filósofo Gianni Vattimo ha explicado que los iraquíes (y otros) tienen ahora “el derecho humano a ser democráticos y a ser bombardeados por los estadounidenses”.* La universalidad del nuevo derecho democrático al que se refiere Vattimo se manifiesta hoy en diversos territorios en los que no siempre actúa directamente el ejército de Estados Unidos, el cual, si algo aprendió de su derrota en Vietnam es que a veces resulta conveniente dejar el trabajo sucio a ejércitos privados, formados por mercenarios, a fin de eludir las bajas propias y, sobre todo, la repulsa y la protesta interior. Sucedió en Libia y sucede ahora en Siria, y hay varios países candidatos a gozar en breve del mismo derecho.

Coincidiendo con lo anterior, se ha presentado este año un nuevo informe del National Intelligence Council, oficina de análisis y de anticipación geopolítica y económica de la CIA. Dicho informe, que se elabora cada cuatro años, viene a ser un ejercicio de prospectiva mediante el cual la agencia de inteligencia norteamericana informa de la predecible evolución del mundo en los próximos años. El mismo constituye una materia de estudio (y un modelo al que ajustar sus decisiones) para los gobiernos, los cuales deben ver en este documento una profecía que ellos contribuirán a llevar a la práctica. El de este año se llama Global Trends 2030. Alternative Worlds, y de él se ha publicado recientemente, con un prefacio de Flore Vasseur, su traducción francesa: Le Monde en 2030 vu par la CIA (Editions des Equateurs, París, 2013).

A la CIA le preocupan las llamadas potencias emergentes y la pérdida de la supremacía internacional de Washington, y a este asunto, visto desde diversas perspectivas (financiera, militar, etc.) dedica la mayor parte del informe. Otro tema, de creciente relevancia, es internet, de cuyo control dependerán las relaciones de poder en un futuro inmediato. La agencia, como ya ha hecho otras veces, aconseja al gobierno de Estados Unidos servirse de ciertas instituciones secretas de las Fuerzas Armadas a fin de poner orden en la red, que, en su estado actual, permite a la ciudadanía “alcanzar altas cuotas de libertad y desafiar a sus representantes políticos”. También se advierte de otros peligros que amenazan a nuestra sociedad, entre ellos el cambio climático, el crimen organizado, las guerras electrónicas, la divulgación de secretos de estado y el agotamiento de los recursos naturales. En este último capítulo, por primera vez, la mayor parte de la atención no se dedica al petróleo, sino al agua, hoy por hoy el recurso que se está agotando más rápidamente, lo que ocasionará que en 2030 el 60% de la población mundial “carecerá o tendrá problemas de abastecimiento”, cosa que muy posiblemente promoverá conflictos hídricos y “guerras por el agua”.

Si el problema de la escasez de agua (que no es cosa del futuro, sino ya de nuestro presente) no deja indiferente ni siquiera a la CIA es básicamente porque la tradicional inquietud por el petróleo ha pasado ahora a un segundo plano. Pues sucede, en efecto, que en lo que se refiere a sus necesidades de gas Estados Unidos se ha vuelto autosuficiente, y el informe prevé que lo sea también en el consumo de petróleo en 2030. El motivo de esta autosuficiencia en materia de energía del país más poderoso del mundo, que echa por tierra las pesimistas previsiones de informes anteriores, es uno solo, está precisamente relacionado con el agua y se llama “fracturación hidráulica”.

Se trata de un procedimiento revolucionario, aplicable igualmente al gas y al petróleo, que consiste en inyectar grandes cantidades de agua a presión en el subsuelo, a fin de provocar en él fracturas que faciliten el afloramiento de los combustibles fósiles. Esto ha permitido explotar yacimientos a los que hasta ahora las compañías petroleras y las gasíferas no tenían acceso. En sí la técnica no es nueva. Empezó a utilizarse hacia 1860 en Estados Unidos, y entonces la fractura no se realizaba por medio de una inyección de agua, sino de nitroglicerina. De este modo se provocaban explosiones en el subsuelo y en consecuencia terremotos “controlados” que liberaban gas y petróleo, aunque a veces sus consecuencias eran impredecibles. La nitroglicerina, ya a principios del siglo XX, fue sustituida por ácidos, y luego, en 1947, la Stanolind Oil se convirtió en la compañía pionera en la inyección de agua. A tal fin se procede a perforar un pozo vertical y después otro horizontal, creando con ello una especie de galería donde se provocará la fractura. Sin embargo, dependiendo de las cualidades del terreno y de las fracturas ya existentes en el subsuelo, es preciso añadir al agua otros componentes en proporción variable: arena y en torno a un 1% de productos químicos. La generalización de este método ha permitido aumentar en cinco años las reservas de gas de Estados Unidos en un 40%.

Los efectos del fracking sobre el medio ambiente y la salud de las personas han sido ampliamente documentados. Los compuestos químicos inyectados en el subsuelo envenenan las aguas subterráneas; los fluidos provocados por la fracturación contienen metales pesados y materiales radiactivos cuyo reflujo llega a la superficie terrestre y produce emanaciones tóxicas, las cuales se almacenan en la atmósfera. Es decir, la fracturación hidráulica contamina el agua, la tierra y el aire, ocasionando graves daños a la agricultura y la ganadería y a los consumidores finales de su producción: las personas. A ello hay que añadir el derroche de agua y el alto índice de ocupación de tierra que requiere este tipo de plataformas, junto a las instalaciones de procesamiento y de transporte. Los terrenos en los que se realizan estas operaciones, a causa de la extracción propiamente dicha y de las actividades relacionadas con ella sufren una desertización que puede durar cientos de años.

Según un estudio de 2011 de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, la fracturación hidráulica provoca una “emisión de contaminantes a la atmósfera, contaminación de las aguas subterráneas debido a caudales de fluidos o gases provocados por escapes o vertidos, fugas de líquidos de fracturación y descargas no controladas de aguas residuales, así como la utilización de más de seiscientos productos químicos para liberar el gas natural”. Pese a ello, la Unión Europea se ha abstenido hasta ahora de regular la práctica del fracking, limitándose sólo a formular algunas recomendaciones. El parlamento búlgaro ha prohibido esta técnica y el francés ha impuesto una moratoria, la cual ha sido confirmada el pasado 15 de julio por el presidente François Hollande: “Mientras sea presidente, la recuperación económica no vendrá a través de la explotación de gas natural de esquisto, debido a los riesgos ambientales asociados al proceso”.** Esto invalida por ahora una licencia de la petrolera Total para explorar 1.670 millas cuadradas de tierra en el sur de Francia. El gobierno de España ha concedido licencias de investigación sísmica (paso previo a la instalación de pozos de fractura hidráulica) en Cantabria, País Vasco y Castilla y León.

Muchos gobernantes alaban el fracking como una forma de evitar el colapso energético y por sus supuestas virtudes para el impulso económico de una región. Olvidan, al parecer, que entre los países productores de gas y petróleo figuran algunos de los más empobrecidos del mundo, y que perpetuar el actual modelo energético no supone sino un incremento de la emisión de gases que producen el efecto invernadero, acarreando con ello unos efectos tan nocivos como insostenibles.

La CIA no menciona en su informe ni uno solo de los estudios que se han realizado acerca de las consecuencias de la fracturación hidráulica, a pesar de que habría podido citar varios efectuados en su propio país, por ejemplo el que la Environmental Protection Agency publicó en 2011 sobre la contaminación de las aguas en el estado de Wyoming. En dicho estudio se lee que “las altas concentraciones de benceno, xilenos e hidrocarburos detectados en muestras de agua subterránea indican que los pozos de fractura hidráulica son una indudable fuente de contaminación”.

Decía Vattimo en la entrevista mencionada que hoy tal vez sea impensable una revolución global, pero “que sí podemos resistir, mediante luchas locales, a un desarrollo capitalista que nos lleva a la autodestrucción”, y para ello ponía como ejemplo la campaña NO TAV (Tren de Alta Velocidad) que ahora mismo tiene lugar en Italia. Del mismo modo habría podido citar el movimiento existente en el norte de España en contra de la fracturación hidráulica, del que la última muestra ha sido la Caravana Anti-Fracking del pasado 13 de julio en Santander.

El fracking, como se ha visto, viene a ser uno de esos nuevos derechos humanos cuya generalización nos amenaza a todos. En un mundo en el que la multinacional Monsanto puede comprar Blackwater, el mayor ejército mercenario global, la CIA tiene razones para darse por satisfecha, y para contemplar con optimismo un futuro en el que ya no será necesaria la comida rápida para alcanzar un envenenamiento universal y democrático. Pues en 2030, cuando Estados Unidos y el mundo estén saturados de gas y petróleo por medio de la fracturación hidráulica, nos bastará, para alcanzar ese derecho, respirar aire, comer cualquier comida o beber agua (si nos queda).
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* Le Monde Diplomatique, nº 211, mayo 2013.
** Le Monde, 15/7/2013
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Un ejemplo de fracturación hidráulica. Documental producido en Neuquén, Argentina.

2 comentarios:

  1. ¿y qué comentarios vamos a hacer? "que si éramos pocos y parió la abuela"; que en cuanto a destrucción la imaginación parece ser mas fecunda que la creación; que internet es sólo la información que dónde está la calle; que menos mal que no he tenido hijos; que no es posible tanta ceguera, que los que tienen el poder se han hecho un refugio para que cuando éstos se acaben queden recursos sólo para ellos; "que paren el mundo que me bajo"; que moriré sí pero con el cuchillo entre los dientes; que mientras tenga mi huequito los demás que se lo busquen; que a ver si nos organizamos...

    Luisa Pallarés

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  2. Hey, there is a broken link in this article, under the anchor text - Environmental Protection Agency

    Here is the correct, working link so you can replace it - https://selectra.co.uk/sites/selectra.co.uk/files/pdf/Groundwatercontamination.pdf

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